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22 de julio de 2011

Recomendando... Escalera al cielo ( 국의 계단 )

Hace una semana, durante unas vacaciones familiares, ocupamos las noches de las mismas en ver una serie -en realidad, telenovela- que el distribuidor pirata oficial de mi señora madre le recomendó y que tenía encantados al resto de la familia. Yo, hasta entonces, había escuchado de la serie sólo lo que ellos decían una y otra vez: que estaba muy buena, que no podían dejar de verla, y tal, mas fue hasta hace una semana que finalmente pude verla y presenciar junto a los demás el final de la misma. Me dejó tan gratamente sorprendido que he decidido recomendarla acá. Hablo, a todo esto, de la teleserie surcoreana Escalera al cielo.

Se trasnsmitió por la Senul Broadcasting System (SBS) entre finales de 2003 y principios de 2004, mientras que en latinoamérica se televisó en Chile (cortesia de Televisión Nacional de Chile), Perú (gracias a TVPerú) y Ecuador (en la señal de Ecuavisa) el año siguiente. En resumen, la teleserie narra la historia de amor entre Song-Ju Cha y Jung-Seou Han, destinados desde niños a estár juntos, hasta que Song-Ju se va a estudiar a EE. UU. y la madrasta de Jung-Seou le impide a ella ir con él. Cuando su amor regresa, esta es atropellada por su hermanastra (Yu-Ri Han) y pierde la memoria.

Entonces viene la tragedia. Song-Ju es ocultada por su madrastra y hermanastros (y uno de ellos, Tai-Hwa Han, se enamora de ella mientras la oculta) para que no se una a Song-Ju -que, por cierto, es presidente de una empresa- y este se case con Yu-Ri y unan su fortuna. Así, es, pues, la historia de amor marcada por el destino y que busca ser impedida por un buen montón de villanos y accidentes. ¿Les suena parecido?, ¿la reconocen?, ¿no?, ¿seguros?, venga, piensen un poco... ¡exacto!, es la misma historia que, palabras más o menos, personajes iguales o símiles, está en cualquier novela de las siete, ocho o nueve de la noche. Entonces, ¿por qué me atrevo a recomendarselas? Fácil: porque ésta es muy buena.

Así de fácil y sin más, pero vayamos al detalle. La historia es simple, sin mayor chiste y sin novedad, pero la manera en que la manejan es muy destacada. Sin perder el drama exagerado y la cursileria necesaria en toda teleserie, Escalera al cielo sabe medir ambas cosas y combinarlas con buenas escenas de humor y acción para mantener entretenido y empatar con los personajes. Además, las actuaciones son en serio notables, casi diría que brillantes pues casi cada personaje es distinto y tiene su propio lenguaje bien definido.

Y la otra virtud es que la serie es lo suficientemente larga y corta a la vez. Es decir, no es tan breve como para sentir que les faltó desarollar esto o aquello, ni tan larga para sugerir que les sobró tal o cual episodio o exageraron aquel otro. Cierto, los últimos dos si son excesivos pero se entiende puesto que tenían un nivel de rating bestial luego del buen trabajo durante los demás capítulos y, digámoslo así, tenían derecho de abusar.

Y tiene algunos detallitos que la redondean. Primero, sus dos actrices estelares son muy guapas y talentosas. Tae-Hee Kim, quien hace de la hermanastra Yu-Ri Han, tiene esa belleza ingenua y sin embargo manipuladora perfecta para el papel. Y la actriz principal, Ji-Woo Choi, es simplemente impresionante. Firma una actuación dignísima -y premiada por todos lados, según he leído- en todos los sentidos y, como cereza en el pastel, la mujer es guapísima. Digánme sino:


El escenario es ciertamente repetitivo pero acertado pues a cada tipo de escena le corresponde un lugar y al final todo se invierten magistralmente. Porque ese es otro detalle, el final, en verdad el último par de episodios o, más bien, la manera en que terminan la historia se lleva las palmas. Por supuesto que no se los voy a contar pero sólo les dire que es distinto a los que se han cansado de ver -o de deducir tras ves un episodio cualquiera de la teleserie que quieran- y aún así es, sin más, un final féliz.

Y el otro detallito, para cerrar esta entrada, es la música. Tiene un gran pecado, y es que son 3 o 4 canciones que se repiten una y otra y luego otra vez y si llegan a fastidiar. Sin embargo, como compensación está que las rolas son muy buenas y tambien atinadas para cada vez que se usan. Y les dejo, para que me crean y como despedida y bonus track, el tema central, cortesia del cantante e ídolo surcoreano Kim-Bum Soo. Se llama "Cómo te extraño" (Bo go ship da)


Ahí está, pues, mi última recomendación. Será dificil que la encuentre por la vía tradicional porque acá nunca se transmitió pero seguro si se dan una vuelta por el centro la encontraran. Comprenla, este blog se las garantiza

26 de junio de 2011

Recomendando... Gonçalo Tavares.

Vamos a estrenar una sección del blog, nomás para tener pretextos para escribir en el más seguido. Ésta remplaza a las hoy extintas y en su momento poco apreciadas -incluso por mi, lo admito- "recomendaciones del mes." La idea es, pues, no atormentarlos con las cosas -películas, canciones, etc- que más me gustaron en un mes, sino hacerles recomendaciones de cosas que me gustan, así, sin más, con la esperanza de que las conozcan, les gusten y acaso las comentemos por acá.

Trataré de que cada entrada sea breve -y cumpla así cabalmente con su función "pretextuosa"- y de paso contenga una probadita de lo que recomiendo. Y para empezar me voy a lucir con mi primera recomendación, un autor que más vale les guste: Gonçalo M. Tavares. Les parecerá que eso de "más vale les guste" suene amenazador y exagerado, pero se los confirmo y lo hago además con el respaldo de José Sarámago. No, no es que el Premio Nobel portugués fuera mi cuate, sino que él dijo de Tavarés que "...no tiene derecho a escribir tan bien a los treinta y cinco años, dan ganas de darle un puñetazo."

Con esa frase se los presento. Y les paso unos detalles para que lo ubiquen antes de lanzarse a buscarlo en su librería favorita. Tavares es un narrador (pues igual escribe novela, cuento, poesia, dramaturgia) portugues -nacido en Angola, cabe señalar- que pese a su juventud se ha hecho ya de un prestigio internacional y es una de las mejores plumas del mundo literario. Un tipo que gana tantos adeptos como tíos que compran sus novelas pues, lo digo en serio, basta con leerle sólo un poco para descubrir que es un genio y que debe leersele más.
Como pocos escritores actuales, este portugues tiene una enorme virtud: goza de una voz literaria única y además espléndida. Más allá de un estilo que bueno o malo tiene cada escritor, el portugues ha dado con el paso siguiente y ha desarollado una voz que te atrapa desde la primera frase y no te suelta hasta el mismo punto final. Es una voz que igual te narrá los asuntos épicos con el humor más crudo o las historias más violentas con la indiferencia más irrisoria. Que te transporta por callejones oscuros y los sinsentidos más absurdos con la coherencia más absoluta. Y una voz, por cierto, de una lucidez que siempre roza la demencia, pero nunca la cruza. Nunca.

Y me puedo seguir diciendo más y más virtudes de esa la voz literaria de Tavares pero prefiero que ustedes la escuchen -quiero decir, la lean- y queden igual o más atrapados que yo. Les comparto enseguida un cuento muy breve (sino ni lo van a leer, eso seguro) incluido en su libro Agua, perro, caballo, cabeza. Se llama "Otro desastre":

"Una vez sentí algo similar. Tenía que pagarle a un oculista. Llevaba el cheque ya preparado. Llegué al lugar y me dijeron: murió ayer, en un accidente de coche. Tenía el cheque a su nombre, y ahora estaba muerto. El primer pensamiento fue: si tengo un cheque para pagarle, no puede estar muerto. El segundo pensamiento, pasados unos segundos, fue: me voy a quedar con el dinero. El tercer pensamiento fue: ¿cómo fue capaz tu cabeza de tener el segundo pensamiento? El cuarto fue: la gente piensa en todas las hipótesis de una situación, incluso en las hipótesis repugnantes.
Pero el señor tenía un padre aún vivo, y yo rasgué el cheque antiguo y escribí el nombre del padre en otro cheque, era casi lo mismo, sólo cambiaba la primera palabra. Estábamos los dos en un restaurante de comida rápida, de pie. Y el padre de mi oculista, que había muerto en un accidente de coche dos días antes, estaba vestido de negro y estaba triste, hablaba poco, y tenía los ojos bajos. Pero recibió el cheque.

Gonçalo M. Tavares. Agua, perro, caballo, cabeza. Traducción de Ana M. Garcia Iglesias. Oaxaca de Juárez, Almadía, 2009. p. 41.


¿A poco no es fantástico? Si les parece así, vayan a comprar sus libros que además gozan de las bellísimas ediciones de Editorial Almadía. Además de la que acabó de compartirles, tambien tiene publicado otro libro de cuentos titulado Historias falsas y la extraordinaria novela Jerusalén. No tienen desperdicio.