Hoy, mientras retiraba los adornos navideños del café donde laboro -no lo hicimos antes por olvido o, mejor aún, porque la tradición marca que se quitan hasta el día de la Candelaria, ¿o no?- escuchaba uno de mis discos favoritos, a saber, una recopilación de grandes éxitos de Germán Váldez "Tin Tan." En esa labor tan placentera -la de escucharlo, claro está- me encontraba cuando en una de las melodías reconocí un par de acordes muy familiares y pronto descubrí que escuchaba una versión algo libre y muy ocurrente de una canción que conocía en otro idioma y con otras voces.
Tuve que ir hacía el reproductor de DVD y repetir la canción para cerciorarme de lo que había descubierto. No podía ser. Se me figuraba raro, curioso, pero no imposible. En efecto, Tin Tan interpretaba una canción de The Beatles, y una de mis favoritas, "I want to hold your hand." Si ya saben de cual hablo, les aplaudo y admiro, sino, acá pueden escucharla:
La canción literalmente dice "quiero sostener tu mano", y de esa simple frase el maestro Tin Tan hace uso de todo su talento y crea la pieza que yo escuchaba y que les comparto enseguida. Se llama, los reto a no reirse, "Quiero rascarme ahí." Disfrutenla.
Pues bien, la cosa para mí no podía quedarse en eso y apenas terminé lo que me ocupaba me di a la tarea de investigar si existía un vinculo entre el comediante mexicano y el cuarteto de Liverpool (además de lo evidente, que ambos son brillantes, portentosos, geniales) o si la canción era un simple cover como tantos que se han hecho. Y, como es de sospecharse, lo primero que descubrí es que lo hecho por Tin Tan con esa melodía no era un simple cover, mucho menos una parodia ni una burla sino el más sincero, personal y original de los homenajes. Es decir que, como no podía ser de otra manera, Tin Tan admiraba a The Beatles.
Y lo que resulta aún mejor, los ingleses sentían el mismo respeto y por seguro la misma admiración por el creador de la figura de el Pachuco. Sí, así como lo oyen, a la grandeza de Tin Tan -ya reconocida internacionalmente por propios y extraños- hay que sumarle el dato curioso: entre sus fans estaban The Beatles.
Pero la historia no termina ahí y falta lo mejor. "Quiero rascarme ahí" es el homenaje de Tin Tan a The Beatles, pero, ¿y de ellos a Tin Tan, hay alguno? Sí. Y la verdad, confesión de blogger, me da un poco de vergüenza que un servidor, tan aficionado de ambos artistas, se enteré de esta historia tan de sopetón y casi casualidad. En 1967, Paul McCartney y John Lennon pidieron al artista pop Peter Blake que diseñará la portada de su último álbum, Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, y la misma debía incluir objetos y rostros de personajes representativos del mundo.
Ringo Starr sugirió entonces que en la imágen apareciéra Tin Tan, lo que los demas beatles aprobaron y Blake se puso en contacto con el mexicano, quien aceptó la oferta. Sin embargo, de última hora, el comediante cambió de decisión y en una llamada telefonica le comunicó a Starr que no asistiría pero que en su lugar mandaría a un representante.
Así, en la imágen arriba de estas líneas (la mentada portada del disco), en la parte superior central, en el hueco a la derecha de Edgar Allan Poe, está el espacio vacio que debía ocupar Tin Tan. El representante que mandó el comediante mexicano -en un sobre cerrado que recibió Ringo Starr con la inscripción "Saludos de Tin Tan"- aparece en la parte inferior derecha de la foto: un arbol de la vida diseñado por un alfarero de Metepec.
La razón de la repentina cancelación de Tin Tan es un absoluto misterio pues todo quedó entre él y Ringo Starr en aquella lamada telefónica. La sugerencia más aceptada es que el mexicano creía que no era digno de aparecer en la portada como representante de México y que en su lugar era más representativo el arbol de la vida. Sea como fuera, y mientras Star no revele los detalles de la conversación, el hecho es que se perdió la oportunidad de que Tin Tan se inmortalizara en la portada del que muchos consideran el mejor álbum de The Beatles.
Para la historia queda la anecdota y el arbol de la vida, como muestras de la admiración de los ingleses hacía el mexicano, y la tremenda versión que éste hiciera de una de las canciones más emblemáticas como muestra de la suya a ellos. Para mí, que a la distancia admiro a ambos de sobremanera, la canción de Tin Tán y la portada de aquel disco son como una suerte de regalo soñado, algo como aquel sobre que recibió Ringo Starr, pero en este caso con un mensaje aún mejor: "Saludos de Tin Tan y... de The Beatles."
Imaginen a un tío joven (lo que quiera que sea eso) frustrado y animado a la vez, estudiante de historia (lo que quiera que sea eso), adicto a las piernas (femeninas, por supuesto) y aún así misógino, los libros -los buenos libros- y los videojuegos; amante de la música de antaño, cuyos autores están o muertos o inahibilitados para tocar; aficionado a casi todos los deportes, profundamente agnóstico (lo que quiera que sea eso), devoto de la ciencia ficción en casi todos sus generos -insisto, en casi todos- y formas, y absurdamente obsesionado con la elegancia en el vestir.
¿Lo tienen ya?, ¿lo han visualizado?, vale, ahora imaginenlo frente a un ordenador, con mucho tiempo libre, y entenderán qué es esto.