Cuando mi amigo relató el vergonzoso momento de López-Doriga, señalando que una falla técnica hizo que Hopkins no recibiera la traducción de lo que el conductor le decía y éste empezara a hablarle en inglés, lo que me imaginé es que sólo lo hizo con una pronunciación limitada. Ello es motivo suficiente para el oso y la burla, sin embargo es, hasta cierto punto, comprensivo y perdonable y la verdad ni siquiera dejaría en mala posición al locutor.
No obstante, la triste historia es que Joaquín López-Doriga no entrevistó a Hopkins con un inglés mal pronunciado, sino con un inglés muy limitado o, que va, con un inglés de grado propedéutico, ni siquiera básico. Hasta el "spanglish" se entiende más que el intento de inglés de López-Doriga. Allí es donde mi sorpresa me rebasó y más que reirme de tremendo oso, la reflexión y pregunta inmediata fue: ¿en serio?, ¿uno de los periodistas más destacados o al menos más conocidos - y acaso reconocidos- de México no tiene la más remota idea de como plantear preguntas elementales en inglés?, ¿es neta cabrón?
Y no sólo eso. Un tipo que es usualmente enviado a cubrir eventos internacionales, ¿lo hace con un inglés tan básico, quiero decir, pre-básico? Y así otras más, seguro más crueles. En verdad, allende el oso y las risas, es lamentable que tengamos episodios tan ridículos en televisión nacional. Es terrible que eso, eso tan limitado, sea lo mejor que tengamos o que presumamos tener.
En fin, no quiero que esta entrada -y este blog- se vuelva más contestatario de lo que ya es, simplemente quería aprovechar la ocasión para emitir una opinión que no podía callarme. De paso, aprovecho para compartir un enlace a una pagina creada a raíz de la joyita de López Doriga y que compendia todos los chistes, cartones, vídeos y hasta canciones que se han hecho para mofarse de la escena. No tiene desperdicio, visítenla (click aquí)
Y también, por si no saben de que hablo o quieren revivir el momento de lucidez de López-Doriga, acá un vídeo del siempre oportuno Youtube: